La osteopatía es una medicina manual de más de 200 años de antigüedad y el origen de su nombre se debe a dos palabras griegas «osteon» (hueso) y «pathos» (enfermedad). Sus bases fueron establecidas por el Dr. Andrew Taylor Still en el año 1872. A través de unas manipulaciones, que son muy específicas, diagnostica y trata las disfunciones que puede tener el cuerpo mejorando la estructura músculo-esquelética. Es una ciencia o una técnica que mira el cuerpo como una unidad, mira su globalidad.
Es una terapia manual que trata de restablecer las condiciones normales en el organismo. Utiliza técnicas específicas dependiendo del estado clínico del propio paciente, a fin de relajar el tejido blando (músculos, tendones, ligamentos y fascias) y ampliar el movimiento de las articulaciones.
A través de la manipulando el sistema músculo-esquelético, la osteopatía buscará conocer la correcta alineación del sistema articular y muscular y si funciona correctamente. La causa de esta desalineación puede ser por un accidente, una mala posición, una mala postura o incluso por el estrés psicológico o físico del día a día.
La teoría de la osteopatía es que si hay una alteración del sistema músculo-esquelético que provocará una disfunción local o regional de las funciones nerviosas, por lo tanto una alteración de las funciones de los diferentes órganos vitales.
Es una práctica biomecánica que contempla el organismo como una unidad funcional, valorando a través de los diagnósticos generales y específicos donde se encuentra la lesión primaria para poder recuperar la salud de todo el conjunto, en resumen, si hay una parte del cuerpo que no funciona bien, por pequeña que sea, a corto o largo plazo, acabará influenciando en todo el cuerpo por lo tanto sufriendo alguna patología más grave.